Marbella, una visita al lujo de la jet set

Algo tendrá Marbella para que durante los últimos cincuenta años haya atraído a los visitantes más famosos. Una de las razones de su fama internacional es el microclima que garantiza a esta ciudad de 140.000 habitantes una temperatura media de 18 grados.

Del desarrollo de Marbella habla el hecho de que en 1950 apenas contara con 10.000 habitantes y que hoy en día el 15% de su población es de origen extranjero y apenas un 25% ha nacido en la localidad. Una buena razón para entender su magnetismo son los 27 kilómetros de playas.

Tras una tímida revolución industrial a mediados del Siglo XIX, Marbella apuesta por el turismo como fuente de desarrollo a mediados del Siglo XX. Es entonces cuando miembros de las familias europeas más distinguidas como Bismarck, Rothschild o los Thyssen convierten el entonces pueblo en un lugar de reencuentro de la jet set internacional, término usado para aquellos magnates que se podían permitir viajar en avión privado.

La ciudad cuenta con una rica historia y una de los vestigios más antiguos es la plaza de los Naranjos, del Siglo XVII dentro de su bonita parte antigua. Alrededor de esta plaza se encuentran los tres edificios más destacados como son la casa consistorial, levantada en época de los Reyes Católicos, la Casa del Corregidor con su fachada gótico-mudejar y la Ermita de Santiago, el templo más antiguo de Marbella.

Otro de los puntos de interés de Marbella es su llamada Milla de Oro, una zona de cuatro kilómetros cuadrados donde se encuentran los edificios más lujosos de la ciudad como el palacio del ya fallecido rey Fahd, que fue un asiduo visitante de la ciudad desde los años ochenta hasta su fallecimiento hace una década.

Marbella se encuentra a 60 kilómetros del Gran Hotel Miramar y es fácilmente accesible a través de una autopista de pago.

Foto Flickr / Nick Kendrick

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